La Música y la Danza lograron, el sábado 18 de julio en Tibi, ofrecernos una velada realmente entrañable. El espectáculo que el grupo de Coros y Danzas de Tibi nos
ofreció en su 50 Aniversario puso, sin duda, de manifiesto la identidad de un
pequeño pueblo de nuestra Comunidad cuya riqueza cultural no tiene nada que
envidiar a los múltiples folklores de tantos rincones de nuestro país.
Fue
emocionante el encuentro en un mismo escenario de mayores, jóvenes y niños que
confirmaron con su presencia la implicación de una gran parte de Tiberos en una
actividad que exige esfuerzo y tesón en aras de mantener las tradiciones que
nos dejaron nuestros antepasados y, precisamente, ese respeto a la tradición y
a los “nuestros” es la mejor muestra de dignidad de un pueblo.
Pero, si
alguien se merece nuestro reconocimiento es la “maestra de ceremonias”, Adita
ha mantenido la ilusión y el arte que nace de su propio espíritu, autodidacta,
emprendedora y luchadora, consiguió emocionarnos con sus canciones y a través
de sus bailaores y bailaoras, que se
movieron con maestría al son de la música de su estupenda Rondalla, como el
perfecto acompañamiento.
Ahora
entendemos por qué los jóvenes que están incorporados a la vida política
municipal aparecían en los programas electorales de sus partidos como
componentes del grupo de “Coros y Danzas”. Es un honor para ellos y un
verdadero aval para los vecinos porque demuestra la voluntad de entrega de
estos jóvenes a su gente.
Es admirable
como son precisamente estos jóvenes que militan en partidos políticos
distintos, los que, renunciando a sus diferencias y sobre todo a aquellas que
son más bien heredadas, se funden en un
diálogo escénico, con una clara misión: la composición coreográfica, con una decidida
voluntad de coordinación, y de entendimiento estético, ofreciendo, en
definitiva, la brillantez de sus movimientos.
¡¡¡Enhorabuena a tod@s!!!, que el
baile consolide vuestros lazos de unión
y aminore los negativos efectos de la defensa de posiciones ideológicas que,
aún siendo distintas, no tienen porqué ser contrapuestas y, mucho menos,
generar discordias, deformando la “composición” de la vida municipal, no
pudiendo alcanzar la armonía que demostraron vuestros pasos en tan bello escenario.
Julia Cartagena
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